UKEMI"La
práctica del aikido requiere la presencia de un compañero. Unos pocos
ejercicios pueden hacerse en solitario para afilar nuestra fuerza o
nuestras habilidades técnicas, pero la clave para el buen entrenamiento
radica en la interacción entre el uke y el tori. Algunas personas
simplifican incorrectamente las definiciones de uke y de tori como
"atacante" y "defensor". Tal simplificación da lugar a confusiones en
cuanto a la verdadera naturaleza e importancia de las funciones del tori
y de uke. Más correctamente, tori significa "el que derriba" y uke
significa "el que recibe la fuerza". Si pensamos en términos de atacante
y de defensor, es probable que consideremos al papel del tori, el que
es atacado y el que ejecuta la técnica, como el importante, y al papel
de uke como el de meramente proporcionar al tori un cuerpo sobre el que
practicar su técnica. Nada puede estar más alejado de la verdad.
Ukemi es el arte de ser uke, y la calidad de la práctica de tori depende de lo bien que el uke haya aprendido este arte. El
ukemi supone crear condiciones que hagan apropiada a una
determinada
técnica, respondiendo correctamente a los movimientos de tori, y sufrir
cualquier caída concluye la técnica. En resumen, uke tiene la
responsabilidad de crear las condiciones que permitan a tori aprender.
Si uke no percibe los efectos de una técnica, ninguna resistencia, ni
respuesta a los movimientos de tori, o si teme o no sabe caer, tori no
podrá estudiar la técnica con eficiencia.

Al practicar cualquier
técnica, los compañeros alternarán la asunción de los papeles de tori y
de uke. No debemos considerar el tiempo pasado como uke como meros
intermedios en nuestros turnos en que somos tori, sí como una
oportunidad para aprender tan importante o mayor que el tiempo que
pasamos en el papel de tori.

De hecho, quienes destacan en
ukemi,
lo más probable es que logren también resultados excelentes en técnica,
puesto que son capaces de absorber conocimientos mediante sus cuerpos
sobre qué sensación produce ejecutar correctamente una técnica, así como
de absorber conociemientos mediante sus mentes. El desarrollo de un
buen
ukemi es el camino más corto para adquirir habilidad en aikido. Son muchos los elementos que componen un buen
ukemi.
El primero es el musubi. Debemos tener buena comunicación con nuestro
tori, tanto física como intuitiva. Si somos insensibles a los
movimientos o intenciones de nuestro compañero,

estorbaremos
la práctica de nuestro compañero y correremos el riesgo de lesionarnos.
Un buen uke no prevee los movimientos del compañero, sino que afina su
percepción hasta el punto en que las reacciones son instintivas e
intuitivas, en lugar de depender solamente de la manipulación física.
Aprender
ukemi es aprender a
defender nuestro cuerpo de las lesiones; debemos permanecer
constantemente flexibles y alerta. Debemos poder asumir una caída desde
cualquier ángulo en cualquier movimiento inesperado. Dicha habilidad
conduce al dominio de técnicas avanzadas. También debemos aprender a
asumir el
ukemi cuando
sostenemos el bokken o el jo. El entrenamiento con armas en aikido
incluye algunas técnicas en que un compañero desarma al otro. Muchas de
ellas incluyen derribos, y el uke debe estar preparado para esto.
Aprender a protegerse mediante el
ukemi es también una responsabilidad que tenemos con nuestros compañeros estudiantes.

Mientras que tori debe ser consciente de las limitaciones del uke y
evitar ser innecesariamente rudo, nuestros compañeros tienen derecho a
esperar un cierto grado de perfección en nuestro
ukemi que se corresponda con el nivel que hayamos alcanzado. Si nuestra habilidad en
ukemi
es inferior a nuestra habilidad en técnicas a medida que avanzamos,
entorpeceremos la práctica de los compañeros. Es posible también que
apoyemos con demasiada fuerza el peso de nuestra seguridad en nuestros
compañeros, especialmente al empezar a practicar las técnicas más
difíciles. También nuestro entrenamiento se resentirá, porque nunca
seremos capaces de practicar las técnicas más difíciles con toda
intensidad."

Esto
es parte del capítulo titulado ukemi del libro, los principios del
Aikido, escrito por el maestro Saotome, 8º Dan de Aikido, que fué
uchideshi de O´Sensei Moriehi Ueshiba. En las fotos que he puesto, mi
alumno Fran salta por encima de mi alumno Alex, demostrando que no hay
que tener miedo de hacer un ukemi desde la altura que sea. Pulsa en los
aikidokas y verás los ukemis más clásicos.
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