Sin esto, no hay Aikido, leerlo y analizarlo seguro nos va a servir......
El Hanmi Ideal en Aikidô
Autor: Brian Kagen - Traducido por Enrique Muñiz
La posición clásica del Aikidô o hanmi parece simple. Sin
embargo, es mucho más que simplemente estar de pie con los pies en forma
perpendicular.
Esta posición viene del bukiwaza (técnica con armas). Para un
principiante que toma por primera vez la espada de madera (bôkken), este
concepto no es evidente. Pero cuando el movimiento de los brazos con el
bôkken se integra al movimiento con el de las caderas, se desarrolla el
poder, la coordinación, y nos enseña dónde encontrar nuestro centro de
gravedad.
La mecánica de Hanmi es la siguiente: ponga su pie de adelante
recto hacia el frente. Vuelva su pie de atrás hasta que esté
aproximadamente en forma perpendicular al pie de adelante. Encuadre su
pie de adelante con el de atrás; esto crea la posición triangular. Doble
sus rodillas. Su rodilla de adelante debe estar en una línea vertical
recta con los dedos del pie. Su peso se distribuye uniformemente en
ambos pies, bajando su centro, entre sus pies y el suelo.
O-Sensei llamó a esta posición “ushiro-sankaku” (triángulo de atrás). Su
peso se sienta en este triángulo, relajado, centrado. Deje caer sus
caderas. Imagine una línea que va desde la cima de su cabeza a su bajo
vientre (el centro), caderas, entre sus pies y hasta por debajo del
suelo. Si puede lograr este estado mental, su cuerpo estará inmóvil.
Otro consejo que ayudará a su técnica es asegurarse que su centro
está dirigido al centro de su compañero.
Los movimientos de la técnica parecen tan naturales una vez que los
aprende, sin embargo, al principio puede sentir un poco de frustración.
Hay bastante que recordar incluso antes de que usted empiece los
movimientos que constituyen la técnica.
Una reacción común para un principiante, en este estado, es
perder el contacto con su posición. Como un niño que está aprendiendo a
caminar. Primero, él puede cambiar el peso hacia los dedos de sus pies
con el cuerpo en tensión.
Sabemos que esos primeros pasos son provisionales, hay muchos tropiezos,
se pierde el equilibrio, cayéndose. Así aunque bajar los dedos de los
pies (como “mordiendo la colchoneta” con los dedos) parece ser una
reacción instintiva, es exactamente una mala reacción. Usted necesitará
desarrollar nuevos instintos.
Un ejercicio que puede ayudar a un estudiante en este instinto, es
buscar tener su peso uniformemente distribuido en la superficie de sus
pies, que deben ser lisos al piso. No baje los dedos. Practique moverse
así. Podrá sentir, inmediatamente, como baja su peso dejando caer sus
caderas, con un mayor contacto con el piso.
Un principiante, si practica regularmente, puede notar con sólo
unas semanas de entrenar, que está caminando diferente. Éste puede ser
un descubrimiento jubiloso. Se siente más conectado a la tierra. Él se
mueve como si se deslizara, los pasos vienen de sus caderas en lugar de
las piernas o pies. De repente él no es tan fácil de proyectar cuando
está actuando como uke durante el taijutsu (técnicas sin armas). Y él
encontrará que está realizando bien su propia técnica.
Para cualquiera que ha entrenado Aikidô, sin importar el tiempo,
sabe que si reacciona mal al principio de una técnica, es improbable
salvar el resto de la técnica. Si su posición es incorrecta, no
conseguirá buenos resultados
Perfeccione la mayoría de los conceptos básicos y el resto de su práctica empezará a fluir.
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